
VIÑAS Y BODEGA ESTEBAN CELEMÍN
Enoturismo, catas vinos, visitas bodegas Valladolid, Toro
Esteban Celemín, viticultor y vigneron, está entregado a la tarea de recuperar la variedad de uva autóctona "Albillo Real" de Castronuño (Valladolid), con la filosofía de lo artesanal y el amor por el terroir, alejado de lo masivo o artificioso, basado en la búsqueda intuitiva y en el conocimiento del propio territotorio, de forma auténtica y genuina.
De forma paciente y, siempre basado en la búsqueda de conocimiento real, ha elaborado sus vinos, y los ha dotado de las características y la peculiaridad, no sólo del terreno y la climatología, sino del carácter de nuestros propios antepasados.
Recientemente ha lanzado al mercado sus vinos; "Señora Vale", "Las Avutardas", y "A horquilla", vinos elaborados con la variedad de uva "Albillo Real", y otra línea con la variedad de uva "Tempranillo" o "Tinta de Toro", vinos como "Melquíades", o "Últimas Huellas". "Señora Vale" y "Melquíades" responden a los nombres de nuestros abuelos, a quienes, también, de esta forma, estamos honrando. Ambos vinos responden a sus caracteres; el "Señora Vale", suave, "Melquíades", más temperamental.
Esteban viaja por la Borgoña y otras zonas francesas, para interactuar e intercambiar con otros vigneron que mantienen la misma filosofía de lo pequeño, artesanal, y lo que tiene alma e identidad. Ahora está exportando estas pequeñas joyas, elaboradas desde un profundo conocimeinto del terreno, entendiéndolo de manera humilde, empática y protectora, a Nueva York y otros países.
Sin lugar a dudas, la forma de entender la relación con la Tierra, es heredera de la que mantuvieron nuestros abuelos, y está en sintonía con los valores de Beautiful Alamedas, y, de la misma forma, con los de Rusticae, en búsqueda de "historias únicas". Sin duda, la historia de este amoroso viticultor, Esteban Celemín, es una de ellas.
Las viñas y la bodega de Esteban están a 2 kms de Beautiful Alamedas, y, como dice él, "las puertas de un vigneron están siempre abiertas para quien quiera visitarlas". La paciencia y el cariño con los que Esteban se prodiga son, también, un reflejo del carácter de sus vinos. Quien pasa un rato con él, se va encantado.
Y yo, que soy su hermana, os invito desde aquí a que vengais a conocerle, probar sus vinos, y la historia con la que están tejidos.
Os estamos esperando,
María José Celemín